el problema del cambio.

Justificación 'histórica' (y un poco "histérica")

Abordamos en primer lugar este problema porque es el que, según parece, primero se plantearon los filósofos de la antigüedad griega.

Es esencial que esto constituya un auténtico problema, también para ti. No me refiero a que te cueste entenderlo (que cuesta), si no a que para ti constituya una cuestión a explicar. De lo contrario, el problema del cambio te parecerá inexistente y las soluciones que dan los filósofos te parecerán absurdas.

Hay varias maneras de afrontarlo:

I.- Todas las cosas están en continuo proceso de cambio: de lugar, de forma. Continuamente hay cosas que empiezan a ser y otras que dejan de ser. Unas cosas se cambian en otras. Entonces, ¿Por qué nuestro lenguaje se empeña en usar categorías estables?.

Hablamos de 'la flor', pero la flor, hoy es y mañana deja de ser. ¿Qué tiene de estable un donut?: ahora es donut, pero dentro de cinco minutos pasará a formar parte de mí.

II.- Todas las 'ventanas' por las que el hombre recibe información del mundo son los sentidos (haya los que haya). Los sentidos captan aspectos de la realidad: luces, figuras, olores, texturas. Un conjunto de todas esas sensaciones es lo que llamamos percepción. ¿Cómo podemos pasar de una percepción (conjunto de sensaciones) a hablar de una COSA? ¿De dónde sacamos esa estabilidad de la cosa (esto es un lápiz) si lo único que nos llega de ella son luces, colores, rugosidades, etc, pero no la cosa misma?.

III.- Nuestra mente funciona con conceptos estables. Yo cambio (maduro, envejezco,...), pero mi idea de circunferencia es tan perfecta hoy como el primer día. No envejece, no cambia. Puede que yo la olvide, pero si la recuerdo es la de siempre.

¿Y de dónde ha salido esa idea?. Lo digo porque en el mundo real NO HAY circunferencias. Hay, eso sí, formas circulares, pero circunferencias no: Una circunferencia es un objeto de dos dimensiones, pero en el mundo real todo tiene tres dimensiones (cuatro si contamos el tiempo). La circunferencia que dibujo con un compás y un rotring del 0,2 no es el "lugar geométrico de los puntos que equidistan de uno dado llamado centro": Es más bien una especie de plaza de toros, un donut con el agujero muy grande y con tres dimensiones . Tiene longitud, pero también anchura (exactamente 0,2 milímetros). Y la tinta se levanta sobre el papel unas cuantas micras. Por bien que la dibuje, no todos los segmentos de fuera equidistan del centro (que, por cierto, no es un punto, sino un pozo medible). Y si mido el radio o la longitud, me dará un número concreto y no un número de infinitos decimales basado en PI.

Yo puedo imaginar una forma circular (o varias, pero siempre unas concretas), sin embargo, mi idea de circunferencia es universal: se aplica a todas las formas circulares del mundo, aunque ninguna de ellas es perfecta. Entonces, si nunca 'he visto' una circunferencia, ¿cómo ha aparecido en mi mente la idea de circunferencia?, ¿ya estaba allí? ¿la he sacado de algo de la realidad? ¿de qué?. ¿No será que simplemente no existe? ¿me la he inventado?, pero entonces, ¡qué casualidad que ese 'invento' me sirva para construir ruedas, columnas, etc.! ¡AARGHHHH!.

A estas alturas creo que ya es evidente que algo que parecía tan sencillo, requiere explicación. Los sentidos y la mente, hablando de lo mismo (el mundo real), dicen lo contrario. Los sentidos informan de procesos, cambios, mutaciones. La mente habla con estructuras estables, en términos de SER.

Hasta aquí el problema. Si después de leer esto puedes conciliar el sueño por la noche, es que no lo has acabado de entender. Por si ya lo has entendido (y para que no te desesperes), te adelanto lo que sigue:

Por dónde van las explicaciones y posibles soluciones.

Si intentamos ser lógicos, podemos abordar el problema como si se tratara de un desacuerdo entre dos personas (Atenta Mente y Alfonsín Sentido). Así, sólo caben tres tipos de solución:

1.- Mente tiene razón y Sentido se equivoca

2.- Sentido acierta y Mente se equivoca.

3.- Ambos tienen parte de razón

(caben una cuarta y una quinta 'solución': el problema está mal planteado y el problema es insoluble, mejor nos vamos a la playa).

Lo que siempre suele suceder cuando dos discuten es del tipo 3: ambos tienen parte de razón.

Por ahí fueron los primeros filósofos (los llamados Presocráticos). Analicemos por dónde les iba el coco:

Supongamos que la contradicción Sentido-Mente no es real sino aparente. Esto significaría que cada uno se fija en una parte de la realidad. O sea que, en consecuencia con nuestra idea, debemos afirmar que la realidad es compuesta. Cada cosa es un compuesto de dos realidades: una parte variable que es en lo que se fija el Sentido y una parte fija, estable, que es el auténtico ser de la cosa y que sólo es captada por la Mente (de ningún modo por el sentido). Además, este elemento debe ser común a todas las cosas porque es lo que permite que unas pasen a ser otras (el donut pasa a ser carne humana, es decir, el mismo elemento, pero configurado de otra forma).

A partir de aquí, cada filósofo intenta concretar algo más de ese elemento del que todas las cosas están hechas (el ARJÉ), pero eso es otra historia de debe ser contada en otro momento.